APARICIÓN
En el amanecer del
21 de diciembre de 1502 sobre la atalaya almeriense de
Torre García,
Andrés de Jaén, vigía de la torre de esta playa realizaba su turno de custodia en esta sección de costa ante el peligro de incursiones provenientes del mar.
Ni imaginaba la gracia que Dios le iba a conceder ante aquel marco incomparable de la inmensidad azul de un mar que sería estela sobre la que se deslizara la
Estrella más pura y luminosa de todas sobre olas de delicada espuma tejida por ángeles: ser custodio de esta tierra, desde entonces sagrada, la primera que
Santa María del Mar pisó.
Al romper los rayos del sol la tiniebla nocturna, descubrió que en la orilla había algo que relumbraba y, admirado y perplejo, se apresuró a descubrir qué sería.
Se trataba de
una imagen de la Madre de Dios con Jesús en sus brazos que, milagrosamente había venido a parar exactamente allí.
Maravillado, se apresuró a comunicar la aparición de la Imagen al
prior de los dominicos, Padre Juan de Baena, quien visitó el lugar donde se hallaba la imagen y, tras venerarla, decidió traerla al
convento de santo Domingo para exponerla al culto de los fieles almerienses.
El bendito lugar de la aparición quedó para siempre marcado por la presencia de la Santísima Virgen, donde en
1951 se edificó
una ermita próxima a la Torre para realizar la romería en honor a la
Patrona de Almería el
primer domingo de enero de cada año.
DEVOCIÓN
EL PATRONAZGO
La Imagen fue instalada y expuesta a la pública veneración de los fieles en la iglesia conventual de Santo Domingo, calando tando en el corazón de los almerienses que fue deseo expreso y así resultó que fuera colocada en el retablo mayor de la iglesia el dia 1 de enero de 1503.
En
1520 se funda la hoy conocida como
Muy Antigua, Pontificia, Real e Ilustre Hermandad de la Santísima Virgen del Mar, cuyo fin fue y es fomentar el culto y propagar la devoción a la Virgen, así como el ejercicio de la caridad en nuestra ciudad y fuera de ella.
Almería sintió la protección de la Virgen del Mar muy profundamente, especialmente en momentos difíciles en que se vio azotada por terremotos, enfermedad, sequía y tantas circunstancias personales y familiares que fueron depositadas a sus pies..., y esto tuvo su eco en la gran devoción que con el paso de los años fue adquiriendo.
En el siglo XVII se aclama popularmente a la Señora como Patrona y Protectora de la ciudad pero es en 1738 cuando el Excelentísimo Ayuntamiento acuerda celebrar las fiestas en honor de la Virgen.
Como muestra de gratitud por los beneficios recibidos de la Virgen del Mar, el Ayuntamiento almeriense, el 16 de febrero de 1805, haciendo suyo el clamor popular, la proclama como Patrona principal de Almería solicitando a la autoridad eclesiástica que se realicen los oportunos procedimientos para que la Santa Sede ratifique el patronazgo.
El 20 de mayo de 1806, siendo Sumo Pontífice S.S. Pío VII y Prelado almeriense, D. Francisco Mier y Campillo, ratifica la Santa Sede el Patronazgo de la Santísima Virgen del Mar sobre la ciudad de Almería y sus arrabales de Huércal y Viator.
LA CORONACIÓN CANÓNICA
La devoción a la Santísima Virgen del Mar hizo que en 1949 el Ayuntamiento en pleno, siendo alcalde D. Emilio Pérez Manzuco, presentara al Obispo D. Alfonso Ródenas García la solicitud de coronar canónicamente a su Patrona, para que así fuera presentada ante la Santa Sede.
En 1950 se promulga el Decreto Vaticano que firma S.S. Pío XII concediendo la aclamada Coronación.
Y es el día 8 de abril de 1951 cuando Almería vive una de las jornadas más esplendorosas de su historia contemporánea: la Virgen del Mar es coronada conónicamente ante el clamor de los almerienses que se desplazaron hasta el puerto donde tuvo lugar la ceremonia presidida por el arzobispo de Granada, D. Balbino Santos Oliveras.
Desde entonces la Patrona de Almería luce esta noble corona que, por suscripción popular, mediante la aportación de joyas, le ofrendó la ciudad.
LA IMAGEN
La imagen de la Santísma Virgen del Mar es la original que apareció en 1502 en Torre García, pues gracias a Dios se salvó de la destrucción de patrimonio religioso de la persecución de 1936.
Está realizada en madera de nogal y responde a los cánones del estilo gótico-bizantino por lo que se puede datar en torno al siglo XIII-XIV.
Representa a la Virgen María con Jesús Niño sobre su brazo derecho, que resulta una peculiaridad respecto al canon de escultura de este estilo artístico, mientras que con su mano izquierda sustenta a su Hijo por los pies ocultos bajo su túnica.
Está bellamente policromada: la túnica es azul, al igual que la del Niño Jesús, y la envuelve un manto en tonos rojizos que en sus graciosos pliegues muestra en la parte frontal el forro interior de armiño.
La Virgen tiene una larga melena de pelo suelto que quiere significar la eterna virginidad que siempre acompañó a la Madre de Dios; además, posee una corona tallada sobre la cual se colocan las de nobles metales, para realzarla aún más si cabe, ensalzando su condición de Reina y Señora del cielo y la tierra.
La Imagen de nuestra Señora se reviste con los ricos mantos bordados que, fruto de la devoción ha ido recibiendo de sus hijos, destacando entre ellos el terno regalado por S.M. la reina Isabel II; además de la toca sobre el manto, la corona del Niño, el cetro, el rostrillo que recoge cual relicario el rostro de la santísima Virgen y en sus fiestas mayores luce joyas, distinciones de dignidades eclesiásticas, militares, civiles, etc, que a lo largo de los siglos le han ido regalando sus devotos.
EL SANTUARIO
Al llegar a la Plaza Virgen del Mar, encontramos un templo que resulta especialmente luminoso por el color de su limpia piedra, sencillo por la sobriedad de su decoración y clásico en sus formas; la puerta principal presidida por un altorrelieve en mármol de la Patrona de Almería escoltada por dos delfines, obra de Jesús de Perceval.
La fachada principal está coronada por un rosetón de estilo neogótico cuyo centro lo ocupa una talla en piedra del escudo de la Orden de Predicadores, custodios de la Santísima Virgen.
La puerta lateral está coronada por un bello relieve tallado en la piedra con el escudo del Cabildo Catedralicio, un jarrón con azucenas, que alude a la Encarnación del Señor en las entrañas purísimas de la Virgen.
Sobre el Santuario se levanta la torre que alberga las campanas cuyo sonido hace vibrar el corazón de los almerienses que las escuchan, pues recuerdan a todos que la Estrella de los mares se encuentra en el interior de aquel bello y caprichoso templo, esperando acogernos a todos bajo su manto.
En el interior nos situamos en un ambiente de recogimiento en el que sólo llaman poderosamente la atención dos puntos del lugar sagrado: el Sagrario instalado en el majestuoso tabernáculo eucarístico que preside el presbiterio y el camarín de la Virgen que a gran altura ocupa el centro superior de lo que sería el retablo mayor.
El Santuario consta de tres naves con arcos de tipo ojival en las cuales encontramos los altares con las distintas efigies de Cristo, la Virgen y los santos a los que se les da culto: Cristo del Consuelo, San José, Santa Rita, la Virgen de Fátima, San Martín de Porres, Santa Catalina de Siena, Santo Tomás de Aquino, la Virgen del Rosario y Santo Domingo de Guzmán, en las que se combinan los estilos gótico, renacentista y barroco, al igual que en todo el Santuario.
La Sacristía situada en la nave derecha presenta una puerta coronada por la talla en piedra del escudo de la Orden de predicadores y comunica el Santuario con el convento.
En el crucero de la iglesia encontramos a modo de pechinas cuatro enormes conchas que custodian a la Virgen, recordando su procedencia marítima. Bajo éste, y pegado a la nave derecha se encuentra el púlpito, que bellamente decorado con los cuatro evangelistas y la alegoría del Espíritu Santo en el interior del tornavoz, se usó por los hijos de santo Domingo para alabar, bendecir, y predicar los misterior y la salvación de Dios y las glorias de la Santísima Virgen.
En el altar mayor encontramos el tabernáculo antes indicado que alberga el Sagrario, sobre el cual se alza un espléndido manifestador eucarístico escoltado por dos majestuosos ángeles. A ambos lados encontramos dos retablos laterales que acogen las imágenes de santo Domingo de Guzmán y de san Francisco de Asís, costumbre de las iglesias en que se encuentran estas órdenes religiosas.
El centro superior lo ocupa el bello camarín que guarda la sagrada imagen de la Virgen del Mar; la peana de la Virgen son tres ángeles que la acogen en sus brazos elevándola sobre una barroca peana labrada con motivos marítimos; tras la imagen de la Virgen está el escudo de la ciudad de Almería y sobre éste la imagen de santo Domingo de Guzmán, junto a san Alberto Magno y santo Tomás de Aquino, invitándonos a guardar silencio sagrado, tan fecundo en la Orden de Predicadores que nos ayude a contemplar el misterio que este bello Santuario encierra.
CULTOS OFICIALES QUE SE CELEBRAN EN HONOR A LA SANTISIMA VIRGEN DEL MAR
1 ENERO
Festividad litúrgica de Santa María, Madre de Dios; celebración de la Santa Misa por la liturgia de este día y conmemorando el primer día de enero de 1503 se expuso la Imagen en el retablo mayor de la iglesia de santo Domingo para su veneración.
SEGUNDO DOMINGO DE ENERO
Romería a Torregarcía; la imagen de Nuestra Señora es trasladada en templete al lugar donde milagrosamente apareció en 1502 para celebrar la Misa pontifical y ser visitada en la ermita por todos los almerienses.
ABRIL
Santa Misa de aniversario de la Coronación Canónica
AGOSTO
Pregón en honor a la Patrona de Almería y Triduo predicado por los Padres Dominicos en los días previos al último sábado de este mes, festividad litúrgica de la Santísima Virgen del Mar en que tiene lugar la ofrenda floral de Almería a su Patrona; al día siguiente, domingo, solemne procesión de alabanzas por las calles del centro de Almería con la asistencia de las autoridades eclesiásticas, municipales y provinciales.
20, 21 y 22 DE DICIEMBRE
Triduo en conmemoración de la aparición de la Imagen de la Santísima Virgen del Mar.
31 DE DICIEMBRE
Canto solemne de la Salve e himno de acción de gracias a la Santísima Virgen por el año transcurrido.
V CENTENARIO DE LA APARICIÓN Y II CENTENARIO DEL PATRONAZGO
En el año 2002 se cumplieron los 500 años desde que la Virgen del Mar apareciera en Torregarcía; con tal motivo tuvo lugar un año jubilar para nuestra ciudad, dedicado todo él a rendir fervoroso culto de acción de gracias por tal regalo de Dios. Durante este año tuvo lugar una ingente cantidad de actos y celebraciones de culto y culturales para honrar a la Santísima Virgen del Mar. Peregrinaron decenas de parroquias hasta el Santuario, así como asociaciones, grupos, colegios, instituciones, hermandades y cofradías, que en la Semana Santa de ese año hicieron estación en el Santuario, así como miles de devotos que individualmente rindieron homenaje a su Santísima Madre. La venerada Imagen de Nuestra Señora fue trasladada a la S. y A. I. Catedral de la Encarnación para celebrar un triduo en su honor predicado por obispos andaluces y concluyendo con una solemne Misa Estacional presidida por el obispo de Almería, Monseñor Adolfo González Montes, en la que el Ayuntamiento quiso honrar a la Patrona poniendo a sus pies el escudo de oro de la Ciudad de Almería. Concluyó este año jubilar con una procesión extraordinaria hasta su Santuario.
En el año 2006 se cumplieron los 200 años desde que Almería aclamara y así fuera proclamada a la Virgen del Mar como Patrona. Para celebrar este acontecimiento, la imagen de nuestra amada Madre volvió a ser trasladada a la S. y A. I. Catedral para celebrar allí la Santa Misa pontifical y posterior procesión extraordinaria hasta su Santuario concedida por el prelado almeriense.
HIMNO-PLEGARIA A LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL MAR
Sobre las olas nuestra Señora va caminando,
sobre las aguas viene la Virgen con su Hijo en brazos;
peces de plata la clara concha van escoltando,
y de la espuma encaje sube para su manto.
Suben al cielo las gaviotas de finas alas,
palio bordado de estrellas y nubves del cielo bajan;
el viento absorto en fina brisa se va cambiando,
y el aire leve de dulce canto se va llenando.
Grises arenas de oro se tornan
cuando la Virgen pisa la playa,
y flores blancas, blanco milagro,
con azucenas forman las andas.
Ya tienes manto de fina espuma, Virgen del Mar,
ya tienes coro de fina brisa, que al viento amansa;
ya tienes palio de estrella y nube, tienes escolta.
Hoy te traemos la humilde ofrenda de esta corona
y en ella, Madre, promesas, vida, fe ciega y amor...
Sólo queremos, Señora y Reina, que nos protejas,
tu amor, Señora, tu bendición.
Letra: D. Manuel del Águila
Música: D. José Padilla
SALVE MARINERA
Salve, Estrella de los mares,
de los mares iris, de eterna ventura.
Salve, ¡oh! Fénix de hermosura,
Madre del Divino Amor.
De tu pueblo, a los pesares
tu clemencia dé consuelo.
Fervoroso llegue al cielo y hasta Ti,
y hasta Ti, nuestro clamor.
Salve, Estrella de los mares.
Salve, Estrella de los mares.
Sí, fervoroso llegue al cielo y hasta Ti,
y hasta Ti, nuestro clamor.
Salve, Estrella de los mares,
Estrella de los mares,
salve, salve, salve.
Actividad: Completar el AVEMARIA
PATRONAS DE ANDALUCÍA-Cuadernia
ALMERIA (video)